Has posat liles al teu mur,
són les meves flors preferides,
oi, què això ja ho saps...?
Puc preguntar-te amb quin
motiu ...?
Fa uns anys et vaig enviar
un poema en castellà que
parlava de les liles, es aquest:
DESDE LAS LILAS...
Desde las lilas,
es desde ellas,
desde dónde yo te hablo.
De la sangre decolorada,
de sus oscurecidos
pétalos, es desde dónde
te suplico que me
extiendas tu mano..
Acaso ya te has olvidado,
allí, instalado en las doradas
balaustradas,
ensombrecidas por las fenecíentes
acacias, de nosotros dos…?
Anidé semillas,
tus semillas,
en mi invisible vientre
rosado…!
A la vida obsequié con tu
dádiva, expelida de entre
las níveas margaritas
y una hada espolvoreada
de lilas, besó lágrimas de
mejillas…
No llores….Estoy aquí,
junto a ti :
Libélula voladora,
caballito de mar,
medusa cristalina…
Entre metálicos dientes,
palabras ausentes,
de los que malévolamente
tragaron caricias,
hacia la misma vida…
Verdes y lilas enaltecidos
de entre grises y negros,
adornan las mañanas
de los saturninos carros
celestiales,
ahora huidos, penumbrados,
y tu eres el fugitivo
que con su látigo
azota los alados corceles
blancos…
Tú, que asesinaste a lo lumínico
cubriéndote con el ceniciento
manto de la noche,
has negado la evidencia
de los anillos dorados…
Mientras crezcan las lilas,
tú, sabrás que la verdad
jamás…! podrás arrebatarles.
Triste es,
recoger las marchitadas
hojas de nuestras flores,
allí desparramadas a lo largo
del lodazal…
Las huellas de tus pies,
labradas entre las flores,
tiñeron de azul a las piedrecillas
que aún tapizaban nuestra
desértica e invisible permanencia.
El rugir de las almas solitarias
despierta a las adormecidas lilas,
balanceándose con el viento,
esgrimiendo chasquidos
de corolas remansadas por las
ventiscas,…
A lo lejos, una mano ataviada
de aparejos, arranca lilas,
del mismo modo que ahoga
risas, y un niño en silencio
llora desconsolado la muerte
de su padre…
No te lleves, <duende,> el aroma
de las lilas, que con su huida
ya nunca más podré olerlas.
Devuélvemelas …!
Que son nuestras flores,
y las hadas nunca más vestirse
podrán con ellas…
Ahora lloran, sobretodo
vierten lágrimas que
no cesan jamás…
Ellas, cuidan de los jardines
que muchos ignoran y mi
madre es también una ninfa
que siempre le cantó
al hombre tijeras…
Permítete seguir en las ausencias
pero no te lleves las lilas,
ellas y todos nosotros
aunque no lo creas,
cuidamos de ti…
Tu, el escurridizo geniecillo
que coleccionaba
flores secas y despoblaba de
glaucos y de violetas
a la Madre Naturaleza…
Huye…!
Adela Payá i Prats
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